martes, 3 de agosto de 2010

CECILIA GAMARRA ALATA "PERUANA DISTINGUIDA 2010" GALICIA ESPAÑA



En el 2007 en el mes de Marzo,el cuerpo de Carlos Buenaventura Valladares, marinero peruano afincado en Cangas y fallecido en la isla Santa Helena el 22 de febrero, seguia en la bodega del carguero de bandera británica que lo recogió en dicha isla el 6 de marzo. Y, al parecer, podría permanecer allí tres días más, pues la consignataria apuntaba que la entrada podría demorarse hasta el martes.
Cecilia Gamarra y dos madres peruanas(Carmen La Torre y Luisi Motta) decidierón hablar PERSONALMENTE con la Ministra Española de Pesca Elena Espinosa para buscar apoyo Institucional, la Ministra las recibio.
Nuestro compatriota peruano estuvó 45 dias en el congelador de un Barco.

Notas del:
Diario La voz de Galicia

Carlos Valladares embarcó el 27 de noviembre 2006 en el palangrero de A Guarda Costa do Ceo , un barco en el que llevaba cuatro años trabajando en la costa de África. Iba por dos mareas y la previsión de la familia era que regresara en junio de este año.

Según la Organización de Palangreros de A Guarda (Orpagu), el pasado 15 de febrero, Valladares sintió dolor de cabeza. El patrón del barco consultó su caso al Centro Radio Médico, que le recetó Nolotil y recomendó hacer un seguimiento del enfermo. Le pasó el dolor, pero empezó a sentir mareos y a tener vómitos, por lo que el médico le retiró el Nolotil y le prescribió paracetamol y Primperán. El día 17 se mantenían los síntomas, por lo que el facultativo añadió Valium. El día 18, dado que persistían las molestias, el médico recomendó evacuar a Valladares.

El pesquero arribó a la isla Santa Helena el día 20 y quedó fondeado en la bahía a la espera de la recuperación del marinero. Pero el día 22 en el barco recibiero la noticia de la muerte de Carlos Valladares y la autoridades de la isla comunicaron al patrón que el cuerpo sería repatriado en un mercante hasta Vigo, ya que la isla no tiene aeropuerto, como tampoco medios para embalsamar, por lo que sólo quedó la opción de la refrigeración.

El mercante, el Santa Helena recaló en Tenerife, pero la naviera no permitió la descarga del contenedor en el que estaba el cadáver por «no variar más la ruta». Siguió rumbo a Inglaterra con la previsión de dejar el cuerpo en Vigo a su regreso, pero una avería en puerto retrasó su partida en dos ocasiones.

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